La Subgerencia de Operaciones de Fiscalización constató que puertas que fueron soldadas fueron forzadas y abiertas.
Un local de diversión que funcionaba como bar restaurante se quedó sin sus bienes, luego que funcionarios de la Subgerencia de Operaciones de Fiscalización de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), descubrieran que había abierto sus puertas pese a tener una clausura temporal de 30 días calendarios.
En el establecimiento comercial, que se ubica en la intersección de la calle Sinchi Roca con la avenida González Prada, se había constatado que las puertas fueron forzadas y abiertas, tras ser soldadas previamente, durante una intervención de clausura que ser realizó el último fin de semana.
En el interior del local se encontraron varios grupos de personas alrededor de mesas, consumiendo bebidas alcohólicas, con música a alto volumen, perturbando la tranquilidad de los vecinos.
Los fiscalizadores, de acuerdo a las normas municipales, retuvieron los bienes hallados en el local como mesas, sillas y equipo de sonido, para evitar que sigan atendiendo sin respetar la clausura. Posteriormente, las puertas fueron soldadas y se colocaron los afiches con la orden de clausura.
Cabe resaltar que los vecinos denunciaron que en el lugar se alteraba el orden público y eran recurrentes las peleas entre los clientes que se reúnen en el local para consumir bebidas alcohólicas, por ello intervino la Subgerencia de Operaciones de Fiscalización y comprobó que el bar con contaba con licencia de funcionamiento y certificado de Inspección Técnica en Seguridad de Edificaciones (ITSE).
El último fin de semana, el local fue clausurado de manera temporal por 30 días calendarios y selladas sus puertas, sin embargo, los administradores lo volvieron a reabrir sin haber levantado sus faltas y la autorización debida de la municipalidad.
