Trujillo, la nueva Roma: «Pan y espectáculo para mantener tranquila a la población»

Por: Lic. Iván Morales Díaz [El Periodista]

“Panem et circenses” es una frase en Latin que se origina en Roma en los años 140 antes de Cristo, traducido en español significa “pan y espectáculos del circo”. Según los estudios históricos del poeta latino Juvenal, plasmados en su libro Sátira X, está escandalosa frase hace referencia a las prácticas de los políticos romanos que tenían como principal objetivo ganar el voto de la plebe a través de la política del clientelismo, regalando comida barata y entretenimiento para mantener tranquila a la población, distraerla de los problemas socioeconómicos y ocultar los hechos controvertidos que sufría el imperio.

Los emperadores más conocidos expertos en aplicar esta estrategia populista fueron Julio César y Aureliano, quienes mandaban a regalar toneladas de trigo y pan de manera gratuita a los más pobres en los famosos “Circos Romanos”; e incluso, llegando al éxtasis enfermizo al ver a los espectadores arranchándose entre ellos la comida. Un método que despojaba al pueblo de su espíritu crítico con esa falsa generosidad de los gobernantes.

Ese comportamiento narcisista o modelo político ha sido aplicado a lo largo de la historia universal en diversos países como Francia, España e Inglaterra en tiempos de monarquía; algo más actual en El Salvador, Cuba, Venezuela en otros.

Tomando en consideración estos antecedentes, puedo sostener que la ciudad de Trujillo está rumbo a convertirse en la “Nueva Roma” de la región La Libertad, a causa de la atmósfera de escándalo y caos en el que viven los ciudadanos de esta parte del país, situación generada por la actual gestión del alcalde “César” Arturo Fernández Bazán.

Debido al comportamiento agresivo y obsceno de la autoridad edil, Trujillo ha perdido el concepto de aquella ciudad culta, señorial, moderna, segura y de constante desarrollo; pero sobre todo, de autoridades y gente educada. Lamentablemente ahora es percibida como la ciudad farandulera, de la vulgaridad, de las pistas en mal estado y calles llenas de basura; donde se ha vuelto natural el insulto, la falta de respeto a las mujeres y adultos mayores, a nuestras autoridades y fuerzas policiales principalmente del burgomaestre y funcionarios que han copiado su estilo burdo y cobarde.

Una ciudad con el 90% de pistas destruidas, más de 120 asesinatos sólo en la provincia hasta el mes de septiembre, limpieza pública colapsada, con 17% de ejecución de gastos y sin proyectos de inversión pública por parte de la Municipalidad Provincial.

Ante esta problemática, la estrategia que le resulta muy rentable al alcalde provincial para tranquilizar y distraer a los trujillanos de la crisis por un buen tiempo es el “Show mediático” a través sus escandalosas transmisiones en Tik Tok en los que acusa basándose en chismes o supuestos sin pruebas a todos los que no aplaudimos sus “idioteces o caprichos”, tildándolos con sus conocidos adjetivos como: “corrupto”, “ladrón”, “apepista”, “cuellos blancos”, “prensa mermelera”, etc etc.

Otro de sus métodos narcisista es el entretenimiento, como su obsesión por el exhibicionismo del famoso “Huaco de la Fertilidad o Huaco Erótico” y lo ocurrido el último fin de semana en la Plaza de Armas donde ofreció un seudo “concierto musical” en el que la estrella principal fue él y sólo él, probablemente para hacer olvidar la conducta matonesca de su funcionario Ricardo Tafur contra los moradores del parque “EL Recreo”.

No obstante, preocupa la reacción irresponsable de una fracción de la población, mayormente vulnerable, que aplaude y festeja el sadismo vulgar y agresivo de Arturo Fernández, a pesar de estar sufriendo también de los grandes problemas sin resolver a casi 10 meses su gestión.