El programa Juguemos del MIMP, con sus sesiones educativas y lúdicas para estimular el desarrollo cognitivo, emocional y social de niñas, niños y adolescentes entre los 6 y 12 años, será implementado en Pataz.
El alcalde de distrital de Pataz Segundo Armas Villalobos expresó que se viene haciendo un trabajo conjunto con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables – MIMP y Defensoría del Niño y Adolescente (DEMUNA) para organizar sesiones lúdicas del «Juguemos» en la I.E María de Fátima.
De esta manera, los niños y niñas podrán demostrar sus destrezas, aprender a fortalecer sus habilidades lúdicas través del derecho al juego, el cual mejorará sus vínculos positivos y el conocimiento de sus derechos fundamentales.
Estás sesiones serán explicadas por la abogada Giovanny Ugarte López, quien guiará a los niños y niñas en esta experiencia socioemocional con la finalidad de contribuir a su protección y desarrollo integral.
La autoridad edil, mencionó que la municipalidad tendrá una gran responsabilidad de integrar a las instituciones educativas para concretar este conjunto MIMP para darles mejores valores y disciplina a todos los niños que están en proceso de aprendizaje.
La DEMUNA cumple la finalidad de contribuir al ejercicio de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, a través de la promoción, defensa y vigilancia. Actualmente la DEMUNA es la red especializada en niñez y adolescencia más grande en la municipalidad.
Finalmente, precisó que autoridad política estará presente en todas actividades para contribuir al desarrollo de la oficina, por ahí está la esencia y la enseñanza de cualquier situación que pueda ocurrir en una familia con los niños y adolescentes en nuestro distrito. Y la jefa de la DEMUNA pueda orientar y conducir a una familia que pueda tener problemas e cualquier, especialmente con el niños o adolescente.
El juego es considerado un medio de bienestar para la niñez pues ayuda a superar el estrés en momentos difíciles: su impacto se puede ver en la recuperación de la salud mental. También es clave para la prevención de situaciones de violencia en el hogar y una estrategia para fomentar las relaciones armoniosas en la familia.
Además, el juego permite que las niñas, niñas y adolescentes identifiquen sus recursos y posibilidades individuales para superar adversidades. En el juego ensayan alternativas de respuesta y disminuyen la posibilidad de reproducir patrones violentos.
