Más de 900 obras asignadas a las municipalidades de La Libertad no registraron ningún avance, pese a contar con presupuesto aprobado para su ejecución durante el año.
La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que las municipalidades de La Libertad apenas han ejecutado el 56% de su presupuesto, dejando más de S/660 millones sin invertir en obras públicas necesarias para el desarrollo de la región.
“La inversión pública es uno de los principales motores del desarrollo y del bienestar social. Del mismo modo que una familia invierte en mejorar su vivienda para vivir mejor, el Estado debe traducir su presupuesto en obras y servicios concretos. Cuando eso no ocurre, el resultado son escuelas sin terminar, hospitales en mal estado o vías sin pavimentar”, señaló Carlos León, economista de REDES.
Entre los gobiernos locales con menor nivel de ejecución figura la Municipalidad Provincial de Ascope, que solo alcanzó el 8% de su presupuesto. Le siguen los distritos de Simbal y Marmot. En paralelo, ninguno de los municipios con presupuestos superiores a S/60 millones –Trujillo, Sánchez Carrión y Huanchaco– logró superar el 60% de ejecución. En el caso de la Municipalidad Provincial de Trujillo, el avance fue de apenas 43%.
Al quedar una parte importante del presupuesto sin ejecutar, también se acumulan obras sin avances. En La Libertad, 918 proyectos asignados a las municipalidades –equivalentes al 34% del total– no han ejecutado ni un sol, lo que implica que más de un tercio de las obras previstas no pasó del papel, pese a contar con recursos aprobados.
Por sectores
El ámbito educativo presenta el nivel más bajo de ejecución dentro de la inversión municipal, con solo el 39.3% del presupuesto utilizado. La Municipalidad Provincial de Trujillo no ejecutó recursos en este sector, a pesar de concentrar la mayor brecha de infraestructura educativa de la región (S/1,910 millones). En tanto, a nivel distrital, el caso de Carabamba resulta ilustrativo: aunque el 85% de sus locales educativos se encuentra en riesgo, apenas ejecutó el 1% de su presupuesto.
El mismo patrón se observa en saneamiento. Distritos como Casa Grande, donde solo el 19% de los centros poblados accede a este servicio, ejecutaron apenas el 29% de su presupuesto en saneamiento. En Santiago de Cao, pese a que apenas cerca de un tercio de sus centros poblados cuenta con agua, no se ejecutó ningún recurso.
“La inversión debe basarse en la identificación de las principales falencias y priorizar los distritos con mayores necesidades. En La Libertad, la brecha entre necesidades y gasto se refleja en los resultados educativos: solo el 25% de estudiantes de cuarto de primaria logró un nivel satisfactorio en Matemática y el 28% en Comprensión de Textos. A ello se suma el limitado acceso al agua, pues apenas el 43% de los hogares cuenta con servicio por al menos 12 horas al día. Estos indicadores deberían guiar las decisiones de inversión, pero hoy no están siendo atendidos con la urgencia necesaria”, añadió el economista.
Finalmente, León manifestó que invertir bien en infraestructura impulsa la actividad económica, genera empleo y mejora la productividad a mediano plazo y largo plazo. En ese sentido, advirtió que el reto es mejorar la calidad del uso de los recursos, fortaleciendo la gestión de los gobiernos locales y asegurando que fondos como el canon y los impuestos se traduzcan en mejoras concretas para la población.


