En Perú, los partidos políticos no pueden recibir altas sumas de dinero por parte de empresas privadas, debido a los topes máximos de entrega de donativos impuestos por la Ley. Esto orilla a que las organizaciones políticas reciban fondos a través de canales informales, los cuales muchas veces provienen de economías ilegales como el narcotráfico, la minería ilegal y las redes criminales.
Actualmente, en Perú, los partidos políticos, movimientos regionales y alianzas electorales cuentan con la facultad de recibir recursos a través del financiamiento privado. Este método ha sido cuestionado debido a que abre paso a la recaudación de fondos cuestionables; en ese contexto, el financiamiento privado que existe en Estados Unidos permite analizar comparativamente la situación y tentar una solución para evitar financiamiento irregulares a las campañas.
El financiamiento privado se divide entre los aportes que reciben por instituciones externas a las organizaciones políticas y por fondos recaudados en actividades de campaña. Sin embargo, los topes máximos de entrega de donaciones permitió que los recursos de empresas privadas se camuflen por diferentes medios. Esto alienta la corrupción y permite que los fondos no sean transparentados de manera adecuada.
Incluso, abre paso a que mafias como la minería ilegal, el narcotráfico o las organizaciones criminales destinen millonarias sumas de dinero a un candidato que, posteriormente, los favorecerá para continuar con sus actividades ilícitas. El caso más emblemático es el de Odebrecht, transnacional brasileña que financió la campaña de candidatos como Ollanta Humala a través de coimas para firmar contratos de concesión de obras.
▪️COMPARATIVA Y CAMBIO
En Estados Unidos existen dos mecanismos para transferir fondos a favor de un candidato. El primero es de manera directa, pues permite que las personas naturales pueden depositar sumas que no superen, por ejemplo, los US$ 5,000 a favor de una organización política. En cambio, la indirecta es a través de empresas privadas con mayor capital que derivan fondos a entidades que apoyan a un candidato. El objetivo es que el partido político no reciba de manera directa estos fondos, pero que sí se vea beneficiado por estas organizaciones que tienen afinidad hacia ellos con mercancía, campañas publicitarias, entre otros.
El modelo estadounidense no es perfecto, pero demostró ser eficiente y, sobre todo, transparente. Conociendo este método, resulta necesario que el Perú adopte un modelo similar, pues a su vez alejaría a las economías ilegales de la donación de recursos para las campañas políticas, principalmente porque se abriría la trazabilidad de los fondos.
FINANCIAMIENTO PÚBLICO
El financiamiento público se divide en directo e indirecto. Según la ONPE, el financiamiento directo es el que destina el Estado a aquellas organizaciones con representación en el Congreso. En tanto, el financiamiento indirecto es la posibilidad de habilitar espacios en medios de comunicación o actividades públicas organizadas por el Estado para que los partidos políticos puedan promocionar a sus candidatos y plan de gobierno. Incluso, se destinan fondos durante la Franja Electoral.