Elegir la modalidad de estudio adecuada es un paso fundamental para dar forma a tu futuro profesional. Para Gustavo Kato, vicerrector académico de la Universidad Privada del Norte (UPN), ninguna modalidad es mejor que otra, lo importante es optar por aquella que se adapte a tus necesidades y ofrezca una formación integral acorde a los desafíos del mundo laboral actual.
“En la UPN ofrecemos dos modalidades educativas: la presencial, disponible en nuestras sedes de Lima, Cajamarca y Trujillo, y las carreras 100% virtuales, diseñadas para atender a estudiantes de todo el país. Ambas modalidades cumplen con los estándares indicados por Sunedu; por ejemplo, en el caso de la modalidad presencial con un 80% de clases presenciales y 20% de clases virtuales conforme indica la ley”, destacó Kato.
Educación presencial: la riqueza de la interacción humana.
El 70% de los estudiantes peruanos prefieren la educación presencial por la interacción en el aula y con docentes. Milagros García, estudiante de Administración, destacó que, “con esta modalidad he tenido la oportunidad de comprender mejor la realidad profesional que enfrentaré con el acceso a laboratorios e infraestructura avanzada, además del contacto con los docentes y aprender de su experiencia”.
Entre los beneficios principales de la modalidad presencial se encuentran:
● Interacción en tiempo real: fomenta debates, preguntas y retroalimentación, fortaleciendo habilidades sociales y comunicativas.
● Infraestructura especializada: acceso a laboratorios, bibliotecas y espacios para un aprendizaje práctico.
● Redes de contacto: facilita relaciones duraderas entre estudiantes y docentes.
● Rutinas estructuradas: promueve hábitos y disciplina, especialmente en etapas iniciales de formación.
Educación virtual: flexibilidad para adaptarse a la modernidad.
En los últimos cinco años, el acceso a internet en Perú aumentó un 12 % según la ENAHO, impulsando las modalidades virtuales, ideales para jóvenes que estudian y trabajan o viven en zonas con limitada oferta académica.
María Eugenia Ferrua, estudiante de Ingeniería Industrial, señaló que “al estudiar 100 % virtual, puedo conectarme a clases o ver las clases grabadas en cualquier momento del día; no tenemos que elegir si estudiar o trabajar, podemos hacer ambas labores sin sacrificarnos y sin descuidar a nuestros hijos o familia”.
Entre los beneficios principales de la modalidad 100 % virtual se encuentran:
● Flexibilidad horaria: permite organizar el tiempo según responsabilidades personales y laborales.
● Habilidades tecnológicas: fomenta el uso de herramientas digitales clave para el mercado laboral.
● Acceso global: elimina barreras geográficas y amplía oportunidades educativas en regiones sin instituciones cercanas.
● Aprendizaje personalizado: los materiales asíncronos facilitan estudiar y repasar a tu propio ritmo.
La elección de modalidad impulsa a los estudiantes a aprovechar al máximo las oportunidades educativas disponibles. “Cada modalidad tiene fortalezas únicas y tienen el potencial de transformar vidas. Por ejemplo, quienes buscan la presencialidad, pueden optar por combinar con cursos virtuales; mientras que, si eliges la virtualidad, no desaproveches las oportunidades de participar en actividades presenciales, en la medida que te sea posible”, concluyó el vicerrector académico de UPN.