Arzobispo de Trujillo en el Domingo de Ramos: «Dejémonos salvar por el amor misericordioso de Dios

»El pastor bendijo las palmas y los ramos de olivo en el patio arzobispal, y presidió la Santa Misa en la catedral.

Con la fe renovada y caminando juntos en la esperanza, la Arquidiócesis Metropolitana de Trujillo rindió un homenaje de amor fraternal al Señor Jesús este Domingo de Ramos, con el que se inicia la Semana Santa y en el que la Iglesia universal recuerda la entrada triunfal de Cristo en la ciudad de Jerusalén.

Monseñor Alfredo Vizcarra Mori, S. J., Arzobispo Metropolitano de Trujillo, bendijo las palmas y los ramos de olivo que los fieles agitaban con alegría, cantos y gratitud al Salvador en el patio del arzobispado.

A continuación, junto al párroco de la Parroquia Santo Toribio de Mogrovejo, seminaristas, monaguillos y laicos, monseñor Vizcarra se dirigió en procesión desde el patio arzobispal hacia la Catedral de Trujillo, donde presidió la Santa Misa, animada por el coro de niños de esta Catedral.

En su homilía, el arzobispo predicó que Jesús quiere que todas las personas tengan corazones solidarios y amorosos. «Dejémonos convertir, salvar por el amor misericordioso de Dios», pidió. Monseñor Vizcarra subrayó: «Jesús sabe quiénes somos, sabe que queremos estar con él, y su mirada no es condenatoria sino acogedora».