Ante diversas denuncias por contaminación sonora que perturba la tranquilidad pública que afecta la salud emocional y física de las personas el alcalde de la Municipalidad Distrital de La Esperanza, Wilmer Sánchez Ruíz, dispuso la adquisición y operatividad del nuevo «sonómetro municipal».
En las primeras intervenciones del aparato tecnológico se pudo constatar el excesivo ruido que emite un gimnasio ubicado junto al Centro Médico «Madre de Cristo» en la avenida Condorcanqui.
Según los informes, el sonido sobrepasa el límite permitido de decibeles. La primera medida será remitir al infractor un acta indicando la rectificación que debe realizar en el plazo establecidos.
«De reincidir se hará acreedor de una sanción económica», explicó el alcalde de la mencionada jurisdicción.
Sánchez Ruíz dijo que en zonas cercanas a servicios de salud o educación la norma permite un máximo de 50 dec8beles de sonido, mientras que en zonas urbanas el límite es de 60 decineles.
En el caso del gimnasio infractor se detectó que sobrepasaba los 70 decibeles de ruido.
La autoridad edil señaló que estas acciones de fiscalización se realicen continuamente para evitar el grave perjuicio de la contaminación sonora a los moradores.